El Ministerio de Consumo ha elaborado un Decreto que recoge más de una treintena de medidas dirigidas a evitar comportamientos problemáticos de juego y a reforzar la protección a las personas más vulnerables y que ha sido aprobado por el consejo de Ministros.
La norma marca como una de las poblaciones diana a los jóvenes de entre 18 y 25 años, particularmente sensibles a mensajes y patrones de juego inadecuados, aunque también otros perfiles vulnerables, como aquellos que ya tienen comportamientos de juego intensivo o de riesgo. Como regla general, se considera que están en la categoría de juego intensivo las personas que acumulen pérdidas netas iguales o mayores a 600 euros (se limita a 200 euros en el caso de los menores de 25 años) en un plazo de tres semanas seguidas, una regla que para el presidente de ACENCAS no es la más acertada: “La cuantía de dinero no es lo único que marca una conducta de riesgo. Para una persona 600 euros pueden ser mucho dinero y para otra ser muy poca. El tiempo invertido es más significativo en el diagnóstico”.
También forman parte del colectivo de especial protección y vulnerabilidad del decreto las personas autoexcluidas y autoprohibidas.
El texto obliga a los operadores a crear entornos de juego más seguros y a promover pautas de consumo saludable, como mensajes de alerta ante la detección de una conducta de riesgo o el envío de un resumen mensual de su actividad de juego.
Además, a los jugadores vulnerables se les excluirá de actividades de promoción y listas VIP y las empresas fijarán una interacción específica con ellas, si no hay respuesta en un plazo máximo, su cuenta deberá ser suspendida.
También será obligatorio que los operadores cuenten con un servicio telefónico de asistencia y ayuda para comportamientos de riesgo, así como la formación de una persona responsable de la supervisión de las medidas de protección de jugadores.
La norma entrará en vigor a partir de septiembre de 2023.